El 18 de septiembre del 1944, amanece con el ruido de la artillería británica. Esta vez los obuses caen entre las posiciones de los dos bandos, dejando una espesa cortina de humo. El intento de obstaculizar la visión de las fuerzas británicas al salir del bosque y adentrarse en el pueblo de Valkenswaard queda inicialmente frustrado cuando se desvía hacia el lado oeste de la carretera.
Durante la noche los dos bandos reorganizan sus fuerzas, los británicos subiendo infantería para la inevitable tarea de despejar el extremo norte del bosque y limpiar las casas del pueblo. Los alemanes, mientras reorganizan los efectivos del regimiento paracaidista von Hoffman para incorporarles en otra línea defensiva.
La columna del XXX cuerpo emprende la marcha otra vez hacía el pueblo con la cobertura de más humo, pero no antes de recibir disparos desde detrás de parte de un cañón anti-carro PAK40 emplazado en el linde del bosque al sur-este, en el borde de la mesa. A partir de ese momento sigue disparando humo el 55º regimiento de artillería para cubrir el asalto sobre Valkenswaard. Cuando la primera cortina de humo al oeste de la carretera se disipa, dos cañones anti-carro más empiezan a disparar a la columna desde la línea de setos vivos que extienden desde el sur del pueblo hacia el oeste. Consiguen suprimir varios carros británicos sin llegar a destruir ninguno, sus tiros dificultados por los jirones de humo restantes.
Según vayan entrando los primeros carros Sherman en Valkenswaard, les llegan proyectiles anti-carro de los panzerfausts alemanes emplazadas en las casas a cada lado de la carretera. Avanza la infantería británica a los dos lados de la carretera para apoyar a los blindados en la carretera. Al oeste les caen obuses de la artillería alemana y los morteros que les hacen estragos. Al este tienen la suerte de que los alemanes fallan el contacto por radio para pedir fuego de apoyo sobre la infantería británica que intenta asaltar la primera casa del pueblo en el lado este.
Después de cuatro turnos, a las 8:00 de la mañana, los alemanes siguen resistiendo a la entrada de Valkenswaard y logran destruir un Sherman Firefly. Sin haber destruido carros, las constantes supresiones han conseguido entorpecer el avance por la carretera de momento.
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