LA PARTIDA MÁS MÍTICA
DE LA HISTORIA DEL CLUB
GETTYSBURG
Desde que
nuestra asociación empezó su andadura oficial con el despertar del siglo (se da
la circunstancia de que somos asociación oficialmente registrada desde el 1 de
enero de 2000) hemos representado y disputado multitud de batallas históricas. Entre
otras muchas puedo citar Bailén y casi todas las más importantes de nuestra
Guerra de Independencia u otras napoleónicas como Waterloo, Aspern-Essling, Trafalgar,
Borodino o Ligny por citar sólo unas pocas; Prácticamente todas las más
importantes de la Guerra Civil Americana aparte de la mencionada: Antietam,
Chickamagua, Shiloh, las dos Manassas, Brandyville, Stones River…; del siglo
XVIII os puedo mencionar Almansa, Madonna dell Olmo, Camposanto, Minden,
Saratoga, Kolin, Zorndorf…; Si nos remontamos a los Tercios recuerdo
Nördlingen, Rocroy, Las Dunas, Edgehill (de la Guerra Civil Inglesa)…; por
supuesto no podía faltar la 2ª Guerra Mundial, de la que hemos jugado todas las
playas de Normandía, Arnhem, Poniry, Iwo Jima, el asalto al aeropuerto de
Maleme en Creta o la última recién jugada de Stonne, entre otras muchas de
éstas y otras épocas que no voy a citar porque me parece que estoy siendo
prolijo y quizás algo pedante, pero seguro me perdonaréis que me recree entre
tantos agradables recuerdos.
Pero
a lo que iba, de todas ellas el recuerdo más agradable nos lo proporciona
Gettysburg aunque pueda parecer extraño que entre un grupo de españoles sea una
batalla de un conflicto tan alejado a nuestra historia la que más “tilín” nos
haga, pero cierto es que la Guerra Civil es uno de nuestros periodos favoritos.
Quizá se deba al libro “Ángeles Asesinos” de Michael Shaara y su película homónima Gettysburg, magnífica, que
todo aficionado no puede dejar de ver, los magníficos libros de ilustraciones
de Don Troiani u otros, y en suma, todo lo que Hollywood nos ha influido desde
niños, ya que este periodo debe de ser uno de los prolíficos para el cine
después de la 2ª Guerra Mundial, pero pocos más deben de superarlo.
Por
todo ello, decidimos que en una de las Jornadas que montábamos antaño en
Alcorcón, la batalla central fuera ésta misma, ya que además nos daría la
oportunidad de jugarla en un terreno mucho más elaborado propio de un diorama y
no las tablas al uso para representar las batallas, con lo que nuestro disfrute
sería mucho mayor. Así que nos pusimos manos a la obra bajo la dirección de
Eduardo Jorganes, socio fundador del club y uno de los mejores pintores de
miniaturas de España sin exageración alguna, que dio como resultado tan
magnífico diorama, que con una superficie de más de 4 metros de longitud y algo
más de 2 metros de anchura en algunos puntos, es uno de los mayores que hemos
realizado nunca. A todo esto, además, debemos añadir que se compraron o se
construyeron edificios específicos que representaran fielmente a los
históricos, como el Seminario Teológico, Luterano, la Puertas de Cemetery Ridge
o el Cuartel general de Lee por poner sólo unos ejemplos, o las más de 2000
miniaturas (escala 1/100) en 15 mm necesarias para el mismo provenientes de las
colecciones de nuestros socios Andrés Cedeño (uno de los mayores entusiastas del
periodo que conozco), Eduardo Jorganes, Julio Álvarez, Oliver Garrido y yo
mismo.
Pero
claro, además de mostrarla para exhibiciones, semejante diorama había que
transformarlo en partida, resultando de ellas dos en el club, con sendas
victorias sudistas, y la más memorable que he jugado nunca, al igual que los
anteriormente mencionados, y lo aseguro con rotundidad pues lo hemos comentado
en infinidad de ocasiones, es la que disputamos en el club Alpha Ares con
nuestros amigos del grupo LGA de Barcelona, que habiendo venido a nuestras
Jornadas como colaboradores, se quedaron tan impresionados del diorama que nos
retaron a una macropartida de todo un fin de semana en las siguiente jornadas
anuales que viene haciendo su club desde hace bastantes años, y dicho hecho,
aceptamos el reto. La gran apuesta, un euro, que se llevaría el club ganador de
tan memorable acontecimiento.
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Edu, el artista del club y realizador del diorama. |
Al
año siguiente, en sus Jornadas, nos marchamos para Barcelona 4 aguerridos
miembros del club: Edu, como comandante en Jefe, y Andrés, Julio y yo como
comandantes de Alas y Centro dividiéndonos el ejército por sectores, llevando
Julio y Andrés el flanco izquierdo (desde los Round Top hasta el Campo de
Trigo); Edu se encargaba del centro y de la Reserva (Seminary Ridge y el camino
principalmente), y finalmente yo me encargaba de nuestro flanco derecho
(Gettysburg y Cemetery Hill grosso modo),
disponiéndonos a jugar en un ambiente de gran camaradería y diversión, aunque
lo único “negativo” para mí es que en esta ocasión no puede llevar las tropas
de mi admirado “Viejo Caballo de Batalla” de Lee, el general Longstreet, pues
en el sorteo previo la diosa Fortuna dispuso que nuestro club jugase de
Unionista y los de Alpha Ares de Confederados.
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El avance de Pickett |
Ante
nosotros se presentaron nuestros contendientes, nada menos que nueve jugadores
bien ataviados con artículos para ambientar bien la partida - allí no faltaron
gorras, banderas, pistolas, bourbon… - para dar sabor a la partida (y nunca
mejor dicho) y hasta alguno de ellos se había dejado una aguerridas patillas y
bigotes al estilo de la época, algo impresionante. E inmersos en este
maravilloso ambiente empezamos la batalla con el arbitraje de Edu por parte
nuestra y Marc por la suya para los contenciosos que pudieran surgir.
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El coronel Vincent en el Round Top |
De
la batalla en sí me permitiréis que no me explaye por solidaridad con nuestros
rivales, pues tras dos días de duro combate y franca camaradería, nos impusimos
rotundamente a nuestros adversarios, que con caballerosidad admitieron nuestra
superioridad en el campo de batalla y pagaron con deportividad su euro, que me
parece se quedó Andrés como recuerdo de la efemérides.
Nunca
he jugado otra batalla con un respeto tan alto por la jerarquía de mando,
órdenes, y todas estas vicisitudes que siempre intentamos representar pero
nunca se consiguen, o no tan verídicamente como lo conseguimos aquella vez. Yo
he de decir que estaba tan centrado en mi flanco que ni sabía lo que pasaba en
el resto de batalla, limitándome a mi rol de comandante de cuerpo e
intercambiando mensajes con el General al mando Edu “Meade” Jorganes para
demandarle refuerzos e informarle de cómo iba la situación, pero de lo que
acontecía por el centro, y ya no digamos por el otro flanco, me enteraba en la
cena de hermandad entre todos, pues durante el día yo ya tenía lo mío como para
interesarme de lo que pasaba a ¡4 metros de mi posición! más o menos, y a mis
compañeros les pasaba lo mismo según hemos ido comentado posteriormente.
En
suma, unos maravillosos recuerdos de una partida en la que he tenido la
infinita suerte de participar y que espero que alguna vez podáis disfrutar
también de unos momentos como estos.
Hasta la próxima.
El Presi.
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El general Pickett ve como marchan sus tropas |
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El muro de piedra y las tierras altas |
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El regimiento de Chamberlain sobre Little Round Top |
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El Wheat Field y el Peach Orchard |
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Emmitsburg Road |
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La artillería sudista dispara sobre posiciones yanquis |
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La brigada de Armistead |
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La gran batería yanqui |
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La situación justo antes de la carga de Pickett |
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Las brigadas sudistas empiezan el avance |
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Las posiciones yanquis desde su retaguardia |
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Longstreet observa preocupado el avance de la gran carga |
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Los hombres de Pickett agazapados en el bosque esperan su momento |
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Los sudistas intentan flanquear Little Round Top |
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Los sudistas entran en el pueblo |
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Los sureños toman Gettysburg |
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Vista general de la batalla al principio del 3º día. |
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York Road |
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El sur avanza penosamente |
¡Qué recuerdos los de esta batalla!
ResponderEliminarDESPUÉS DE LEER ESTA RELACIÓN Y DE VER LAS ESTAMPAS, QUERIDO GENERAL CALLELARGA, ME PARECE ESTAR ESCUCHANDO A LOS CAÑONES BRAMAR Y LOS SILBIDOS DE LA FUSILERÍA, MEZCLADOS CON LOS GRITOS DE ARDOR GUERRERO Y LOS LAMENTOS DE LOS HERIDOS. HASTA AQUÍ ME LLEGA EL OLOR A PÓLVORA.
ResponderEliminarUN TRABAJO IMPRESIONANTE. Y ME ALEGRA EN EXTREMO QUE LAS ARMAS MATRITENSES, AUNQUE CON UNIFORME YANQUI, SE IMPUSIERAN A LAS CATALANAS. ¿TAL VEZ UN AUGURIO DE UNA LUCHA ENTRE SECESIONISTAS Y UNIONISTAS? EN TODO CASO, MÁS ALLÁ DEL POCO VALOR DE UN EURO, ESTÁ EL INMENSO DEL HONOR, QUE NO TIENE PRECIO. ENHORABUENA A LA FALANGE "ULTIMOTERCIENSE". Y TRAS EL PLACER DE ADORNAR LA CABEZA CON LAUREL, QUEDA EL MÁS DELICADO Y SUTIL DE LA REMEMORACIÓN, ADORNANDO EL LABIO FANFARRÓN CON OTRA PLANTA, LA DEL TABACO, Y REMOJANDO CON UNA BUENA AMBROSÍA ETÍLICA LOS RECUERDOS.
Como dijo el magnifico "pensador" en dos palabras, "Im-Presionante"
ResponderEliminarHan pasados unos cuantos años ya, pero la experiencia vivida en aquellas jornadas, nos viene a la memoria de vez en cuando, haciendonos recordar los buenos momentos que pasamos juntos con unos chicos (los de LGA y su club Alfa-Ares) que nos recibieron y montaron todo lo necesario para poder jugar tan inmensa batalla. Un gran saludo para Marc, Oscar etc.
Ahora entiendo a aquellos viejos generales recordando las batallas en las que lucharon..