Railroad Tycoon es un juego de Eagle Games en el que cada jugador es un magnate de los ferrocarriles buscando conseguir la supremacía de su compañía ferroviaria sobre las demás en un escenario dado: primero fue El Centro-Este de los Estados Unidos a finales del S.XIX, después Europa de esta misma época y principios del s. XX y la última versión (por lo menos que conozca) abarca Inglaterra y Gales en esta misma época. Aunque no confundamos este juego con otros como Tiket to Price o Age of Steam que comparten una misma o similar temática. En Railroad Tycoon empiezas como el propietario de una compañía ferroviaria en Estados Unidos o un gobernante en Europa, pero quitando esta diferencia el resto del juego se desarrolla dentro de los mismos parámetros, intentando conseguir el mayor número de puntos de victoria entregando mercancías o viajeros de una ciudad a otra cuanto más lejos mejor.
Los mapas son de una calidad extraordinaria, de lo mejor del mercado, y sobre ellos una trama hexagonada donde se representa la zona geográfica en la que se va a jugar con los principales accidentes geográficos, que variarán el coste de la instalación de las vías, y las principales ciudades, donde se colocarán según su importancia un número de cubos determinado (1 a 5) al azar. Tanto las ciudades como los cubos son de diferentes colores, y el intríngulis del juego consiste en llevar un cubo de un color a una ciudad del mismo color que el cubo trasladado, sin pasar a su vez por ninguna ciudad del mismo color, es decir, sólo la ciudad destino del cubo debe ser del mismo color que el mismo.
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Al comienzo del juego cada jugador empieza desde la ciudad elegida como sede de la compañía y una locomotora de nivel 1, que representa que sólo tiene capacidad de llevar las mercancías de una ciudad a otra sin pasar por ninguna intermedia. A partir de ahí y tras una puja para empezar la ronda que se efectuará cada turno, los jugadores podrán construir enlaces ferroviarios entre las ciudades, transportar mercancías, aumentar de nivel la locomotora, abastecer las ciudades, jugar cartas de ayuda etc. etc. “Lo malo” del juego es que todo está muy caro y se empieza a 0 de ingresos por lo que para poder comprar las primeras vías o aumentar de nivel la locomotora necesitamos adquirir bonos con lo que poder financiar estos primeros gastos, estos bonos darán a cada jugador 5000€ pero tienen dos aspectos negativos:
1) Se restan a los puntos de victoria conseguidos al final del juego.
2) Restan a los ingresos a final de cada turno.
Por lo que hay que mantener un equilibrio entre los bonos que se van adquiriendo y los gastos totales.
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En la expansión, Railways of England, aparece una versión avanzada del juego según la cual cada jugador, en vez de ser el propietario de una compañía en cuestión, puede invertir en varias compañías controlando aquella de la que tenga más bonos y acciones con lo que convierte el juego en más “empresarial” por decirlo de alguna manera y también obvia las locomotoras, por lo que desde el principio se pueden llevar cubos de una ciudad a otra sin contar con el nivel tecnológico como se hacía en el juego original y la expansión europea. En resumen, un juego muy entretenido para 4 a 6 jugadores que se juega en una tarde sin problemas y sin tener que leerse un montón de reglas, pero que sorprende por lo adictivo que es.
Mi "tontijuego" preferido sin duda alguna.
ResponderEliminarNo infravalores el poder de los tontijuegos, que te salvan el día cuando andas muy vago o tienes poco tiempo.
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